
Queremos hacer una pequeña reflexión acerca de todas aquellas personas que nos llaman para que vayamos a coger los gatos de sus huertos, de sus fábricas, o incluso de sus calles y corrales, por el mero hecho de que no les gusten los gatos o les den asco.
Queremos aclarar, por si alguien cree lo contrario, que no tenemos magia. No metemos a todos los animales que queremos en un bolsillo mágico. El sitio es limitado y desgraciadamente no podemos hacer todo lo que nos gustaría, aunque ésto es lo que menos importa a alguien que nos llama pidiendo una solución inmediata.
Sabemos, nos consta, y no nos queda otra que aguantar el hecho de que los gatos sean para muchos un estorbo. Hay quien nos «amenaza» incluso diciéndonos que si no los cogemos, pondrán veneno para matarlos, y se ofenden cuando les decimos que eso no se puede hacer, porque según esa gente «siempre se ha hecho».
La gente que juega así con la vida de los animales no merece ningún tipo de respeto, y nada nos gustaría más que apartar de gente así a todos los gatos que se podrían llegar a cruzar en su camino, pero no podemos.
Esa gente a la que no damos una solución para su problema se limita a ponernos verdes y decir que no hacemos nada y no valemos para nada, sin intentar entender lo que sí hacemos y todo lo que nos cuesta.
¿Y si quién alimentaba a esos gatos está enferm@?
¿Y si durante la cuarentena no puede atender a esos gatos que alimentaba antes, por el motivo que sea?
¿No sería mejor informar para encontrar entre todos una alternativa, antes de querer matarlos?
Son animales que quieren vivir, y cuando se encuentran con dificultades buscan otras maneras de conseguir alimento, es su instinto. No tienen la culpa de haber nacido en un mundo en el que mucha gente los odie, pero para eso estamos, para que ellos sepan que otras muchas personas sí que consideramos su existencia valiosa y especial.
No podemos pretender que a todo el mundo le gusten los animales, pero sí que los respeten. El maltrato animal es algo que ahora está contemplado en la ley y considerado delito, aunque esperamos que se endurezcan las leyes porque desgraciadamente no es suficiente.